Finalmente, hemos decidido que el día en el que se postee un nuevo Creepypasta sean los lunes.
Los lunes no acostumbran a ser días muy felices ni muy entretenidos, todo lo contrario, así que aquí intentaremos hacerte un poco más llevaderos esos odiosos primeros días de semana creando un nuevo post.
El post de esta semana también es de nuestra autoría, en este caso de @PabloTheMaggot, y está titulado 'Hangar 38'. Aquí lo tenéis.
Hangar 38
Yo por aquel entonces vivía en Frankfurt, donde crecí rodeado de un ambiente sembrado por el terror que provocaba que acabaran dando caza a todos cuantos estábamos en aquel antro. Aquel sitio era llamado “Hangar 38” nací allí y viví en aquel sitio durante 7 años de mi vida, era un sótano muy oscuro situado a dos plantas bajo una iglesia en ruinas. Allí vivíamos mi familia y yo, y algunos pobres y gente de mala muerte. Entre ello puedo recordar el nombre de un enfermo de lepra y con índices de hidrocefalia operada con unas malas herramientas por aquella época; se llamaba Oggie Al Hammet, venía de un campo de refugiados a las afueras de Munich.
Un día Oggie decidió salir a las afueras de la zona, cosa que yo no había hecho en toda mi vida. A los 2 días (regidos por un halo de luz solar que aparecía en el centro del sótano) dejó de mostrar síntomas de vida en cualquier lugar de la zona.
Mi padre y otros refugiados del lugar decidieron salir en su búsqueda, ellos salieron decididos en busca del buen hombre y aprovechando su despiste yo salí tras ellos, todo lo que veía me resultaba nuevo y exuberante, el mundo exterior era muy bonito. Tras un buen rato andando encontraron el cadáver de Oggie clavado en una cruz del lugar, aquella imagen no me pareció grotesca pues mis experiencias en la vida eran muy escasas. En el momento que intentaron retirar el cadáver de la zona aparecieron varios militares nazis que no dudaron en abrir fuego a los refugiados del Hangar 38, capturaron a mi padre y estos dijeron ciertas palabras en un idioma un tanto extraño y a continuación le pegaron un tiro a bocajarro que resonó por la iglesia, yo grité desesperado por la situación y un militar me capturó, decidieron sellar el Hangar 38 con los demás refugiados en el interior.
Yo en cambio fui llevado a un campo de concentración en el cual sufrí la pérdida de tres de mis dedos de la mano izquierda y me llegaron a partir el esternón mediante una maquinaria de tortura, el mismo día en el que sufrí la fractura encontré en aquella sala una foto en la cuál se mostraban a varios cuerpos desnudos siendo ejecutados por gente con máscaras blancas inexpresivas, todas ellas con un símbolo nazi tatuado en el pecho. La segunda guerra mundial acabó con la pérdida de Alemania, y todos los capturados fuimos llevados a Israel.
Hoy 40 años después he vuelto a Frankfurt de viaje con mi esposa y mi hijo. Pasando con el coche por un edifico en escombros tuve un acto reflejo de parar y bajarme a explorar la zona. Allí había un hangar con el número 38 en el cuál había una cruz gamada y en su interior la misma foto que vi en aquel lugar, con un cambio, en aquella foto aparecía yo mismo encapuchado y siendo apuntado por uno de esos seres macabros; solo que en aquella foto hubo unos números que me impactaron, estaban, al parecer, escritos mediante un cuchillo en el pecho de uno de ellos. Los números formaban una fecha… 22-12-2012
De tu amigo RAPHAEL
Centro de terapia mental de Jerusalén
Desde aquí también queremos desearos un feliz año, y que lo paséis bien en estas fechas tan señaladas
¡Feliz y próspero 2012 a todos, que paséis un año muy creepy!
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